La de veces que en nuestras habituales charlas comiqueras mi colega Víctor me ha nombrado esta mini-serie de El Hombre Máquina ... No recuerdo si el motivo era elogiarla, hacer una comparativa, poner a prueba mis conocimientos marvelitas, o, simplemente, saber si la había leído y la apreciaba. Puede que la causa variase en cada ocasión, pero mi respuesta siempre ha sido la misma: recordaba la existencia de aquel tomo Prestige (y, sobretodo, su portada -tuvo que impactarme lo suyo allá por 1985, año en que se publicó en España, porque es de aquéllas que no se olvidan) pero 'mi retina no había escaneado sus páginas'. Sí leí, en cambio, dentro de esa misma colección (Extra Superhéroes, de Ediciones Forum), los números correspondientes a Visión y Bruja Escarlata, a Hércules, y a Ojo de Halcón, pero mi economía por entonces no daba para mucho y aquel número único dedicado a Machine Man se quedó fuera. Lástima, porque la hubiese disfrutado como un gorrino.
Y digo esto porque, treinta-y-pico años después, por fin la he podido leer y la he disfrutado. Con ojos ingenuos de teenager bregado en mil y un blockbusters palomiteros, pero la he disfrutado. Mega-corporaciones, Inteligencia Artificial, ambientes cyberpunk, un grupo de rebeldes, y un protagonista anacrónico; un conjunto de elementos que, de haber tenido una adaptación cinematográfica a la altura, sería otro clásico ochentero junto a "Robocop", "Blade Runner" o "Desafío Total". Ritmo trepidante no le faltaba.
Pero, si un detalle me hubiese hecho darle un punto extra en mi valoración, éste está en la siguiente viñeta:

" (...) Las cosas buenas de la vida (...)", "(...) Música clásica (...)", "(...) PLASMATICS! (...)". Ouyeah! ¡Qué grande Tom DeFalco (el guionista)!
Por cierto, poco he hablado en este blog de Plasmatics. Para remediarlo, un link para algo que escribí en el antediluviano NonStopRocknRoll.