Schizophrenic Spacers 'Give'em What They Need' (2011)

Estos últimos días, ante la inminente visita de Warrior Soul a Barcelona (provincia de Oklajoma), no sólo me me he dedicado en cuerpo y alma a refrescar la memoria con el material facturado por Kory Clarke, sino que, además, también he querido profundizar mínimamente en el último y más reciente disco de quienes van a ser sus teloneros: Schizophrenic Spacers.


A lo largo de la pasada década he tenido el placer de asistir a varios conciertos de la banda capitaneada por Lone Spitfire (alter ego tras el que se esconde el ínclito ex-redactor populero -y actual escriba rutero- Sergio Matos), pero hasta el momento reconozco que no había recalado en su obra. Y, bien, ha sido toda una sorpresa descubrir las canciones contenidas en "Give'em What They Need" (el cual no sólo está disponible para su escucha íntegra en su myspace, sino que también se marcan el detalle de ofrecerlo gratis para su descarga tanto desde el mismo portal como en su web -sección "descargas"-).

Classic Rock de eminente sonido 70's con apuntes a Black Sabbath ("Little Clown"), Alice Cooper ("Self Tender Hearted") y Raging Slab (incluyen versión de "That Ain't What I Meant") repartidos aquí y allá a lo largo de 12 cortes que tampoco le hacen ascos al Soul más cañero ("High Flames In The Heart Of The City" bien podría llevar la firma de The BellRays) o al Hard Rock más poderoso ("Desirable Citizen" es una auténtica bullet in your head).

Cavalera Conspiracy 'Blunt Force Trauma' (2011)

Aunque parezca que no, el cierre de un trimestre escolar conlleva muchos quehaceres (confección de exámenes, correcciones, juntas de evaluación, aceptación de favores sexuales por parte de alumnas -mayores de edad, que conste- que quieren subir nota,...). Uff, un ajetreo de no te menees (o algo sí, que tampoco es cuestión de que se cansen las chiquillas...). Tal riguroso cumplimiento del deber académico ha afectado, claro está, al ritmo de actualizaciones del blog, así que será cuestión de entrar en faena y repasar lo que han dado de sí los últimos 10 días.

Empiezo con los hermanitos Cavalera.


El caso es que, en un principio, y presa de la deformación profesional (la nomenclatura matemática es mi pan nuestro de todos los días), pensaba titular este post como "Soulfly > Cavalera Conspiracy", pero tras una decena de escuchas de "Blunt Force Trauma" no acabo de tenerlo tan claro. Cierto es que tanto "Conquer" (2008) como "Omen" (2010), los dos últimos discos de Soulfly, suenan a gloria bendita, y que "Inflikted" (2008), la primera referencia de los ahora bien avenidos hermanitos, no me acabó de convencer del todo, pero este segundo título del proyecto fraternal tiene muy buen material.

En el último lustro Max ha recuperado la buena forma compositiva, así que espero que su vertiginoso ritmo de trabajo no decaiga y que cada año se descuelgue con un nuevo título a añadir a su discografía.

Eddie Spaghetti VS Mike Ness

Eddie y Mike, Mike y Eddie. ¿Tanto monta, monta tanto? ¡Ni hablar del peluquín! Aunque los dos comparten ciertas similitudes (ambos lideran una banda de punk rock -pese a que de punk tengan cada vez menos-, como cantantes aprueban justitos, y cada uno por separado ha hecho sus pinitos en la música de raíces) todo el mundillo rockero sabe que entre uno y otro media un abismo en cuanto a reconocimiento y respeto. Mientras los discos de Eddie (tanto con Supersuckers como en solitario) no despiertan el más mínimo interés, cualquier movimiento de Mike es seguido con especial atención (al menos en nuestro país). ¿A qué se debe esta diferencia de trato? ¿Por qué Eddie es relegado a simple entertainer mientras Mike se encuentra a un paso de la beatificación? ¿Acaso el haber sido un deshecho yonki en el pasado le ha otorgado a Mike una pátina de prestigio y sabiduría? ¿Será Mike el relevo de Dylan como figura mesiánica?

A mí es que este tío (hablo de Mike) cada día me cae peor. Me pongo su nuevo disco con Social Distortion y cada vez que abre su bocaza me parece estar oyendo a un sabelotodo pagado de sí mismo. Imaginaciones mías, vete tú a saber, pero es que me supera. No fui al (escueto) concierto que ofreció hace un par de años en Razzmatazz, pero me basta conocer detalles de este calibre (¡apenas 70 minutos sobre las tablas!) para echar pestes de cualquiera. Por no hablar de sus comentarios anti-Guns N'Roses en el dvd "Live in Orange County"... Puto envidioso.


Eddie, en cambio, me parece un tipo entrañable. Y no es ningún mindundi. Tan sobrado de talento como aquél (aunque el puto Boss no haya compartido escenario con él, artistas tan respetados como Steve Earle o Willie Nelson se han rendido a su saber hacer en diversas colaboraciones) el líder de los Supermamones carece de la molesta arrogancia del distorsionado. Y si me atengo a su discografía (ya sea en solitario como con su banda), la de Eddie se folla por delante y por detrás a la de Mike. Porque, vale, de acuerdo, "Somewhere Between Heaven and Hell" es un buen disco, pero al lado de "The Evil Powers of Rock'n'Roll" palidece como un tuberculoso. Sencillamente no hay color.

Y, dicho esto, estoy listo para la lapidación. ¿Quién es el mamón que me lanza la primera piedra?

L.U.S.T. 'First Tattoo' (2011)

"Hey, you! Hey, fuck you!". Con esta sesuda y ramoniana rima nos reciben estos australianos nada más darle al play. Y es que en "First Tattoo" no hay sutilezas que valgan (salvo en el corte final, "Too Much Too Soon", un merecido descanso del guerrero tras media hora de adrenalítico Rock'n'Roll).



En su sonido hay fugaces ecos a Sex Pistols, Gluecifer, David Lee Roth, AC/DC, Danko Jones,... Nada nuevo bajo el sol, cierto, pero los riffs y melodías que ofrecen resultan tan irresistibles que acabas olvidando el poso de influencias.

Éste es su primer disco, ellos se llaman L.U.S.T., y es muy posible que hayan firmado el mejor debut del año. Compruébalo tú mismo (ya conoces el procedimento: haz click en este enlace y dale a Guardar como).

Scheepers 'Scheepers' (2011)

Siempre me ha gustado la voz de Ralf Scheepers; no así la mayoría de discos que ha grabado. Entre los buenos, considero que en los tres primeros álbumes de Gamma Ray hay momentos realmente notables; en cambio, todo lo que registró (o al menos lo que he tenido ocasión de escuchar) con Primal Fear no pasa de ser más que una burda copia del "Painkiller" de Judas Priest. Disco tras disco, todos me suenan igual.

Por este motivo, de su debut en solitario no esperaba gran cosa. Mucho mejor así, porque tras escucharlo me ha sorprendido gratamente, Y es que, sin ser ninguna maravilla, como mínimo Scheepers puede vanagloriarse de haber conseguido un resultado muy superior al obtenido por Rob Halford con su decepcionante "Made of Metal".

Scheepers no aporta nada nuevo al panorama metálico, pero sus temas son frescos efectivos. Y encima ha tenido el acierto de versionear la que para mí es la balada definitiva de los Priest: "Before the Dawn". Y, oye, no le ha salido nada mal. Si quieres echarle unas escuchas previas desde tu iPod, tu ordenador o tu nevera portátil, pásate antes por Dioses del Metal y hazte con él by the face.

Band of Spice 'Feel Like Coming Home' (2010)

¿Te acuerdas de Spice, el vocalista original de Spiritual Beggars? Bien, pues tras abandonar la banda del versátil Mike Amott y formar parte de The Mushroom River Band y Kayser, el cantante puso en marcha en 2007 Spice and The RJ Band, su proyecto más personal hasta la fecha y con el que lleva editados tres discos: "The Will", "Shave Your Fear" y éste más reciente.

Lo curioso es que para "Feel Like Coming Home" el barbudo ha acortado el nombre de su banda dejándolo en Band of Spice, presentándose de esta forma sin la molesta conjunción copulativa de por medio. Mejor así (aunque ya son ganas de despistar a sus fans...).

En cuanto al contenido del disco, olvídate del stoner rock setentero que practicaba con los Beggars. Los once cortes que forman su última entrega discográfica se mueven entre una amplia gama de sonidos, desde el classic rock con ecos a Bruce Springsteen en "Last Day" hasta el punk pop a lo Green Day en "Beside of Life" (lo más flojo del disco, sin duda), pasando -claro está- por el Hard de connotaciones desérticas de "Dear Lord" o del tema que titula el álbum.

En definitiva, un disco notable en su primera mitad que afloja un poco en el tramo final, pero que vale la pena escuchar aunque sea sólo por un temazo como "God Bless You" (¡tremendo!). Pre-compra: here.

Rival Sons: competitividad fraternal

Estos cuatro californianos prometen ser la sensación hard-rockera del año en curso, por lo que ya empiezan a estar en boca de todo el mundo. Revistas, webs, blogs,... Incluso se rumorea que algunas discográficas andan disputándoselos. Por ahora, quien se ha llevado el gato al agua ha sido Earache, un sello -hasta el momento- especializado en metal extremo que diversifica su catálogo con el fichaje de esta banda de sonido clásico. ¿Será que sus máximos responsables se han olido un inminente bombazo de ventas? Bien, habrá que esperar a ver cómo termina el asunto, porque a estas alturas de la película yo ya comienzo a tener claro que los tiempos en los que reinaba el Hard Rock no volverán jamás de los jamases. Sólo hay que fijarse en el modesto éxito que han cosechado The Parlor Mob (que ya casi tienen a punto nuevo disco), The Answer, o incluso Wolfmother (quién lo hubiese dicho tras su debut...), tres formaciones con potente respaldo económico a sus espaldas pero que no las tienen consigo para triunfar a lo grande.

A todo esto, ¿cómo suenan Rival Sons? O, más concretamente, ¿a quién suenan? Pues, no nos vamos a llevar a engaño, fundamentalmente a Led Zeppelin; o eso se deduce escuchando su debut "Before the Fire" (2009). Ello no es óbice, sin embargo, a que en determinados momentos su blues rock setentero recuerde a The Stepwater Band (y al tema "Tell Me Something" me remito), en otros a The Answer (su mejor tema, "Memphis Sun", podría pasar por una composición de los irlandeses) y así suma y sigue (Wolfmother, Pearl Jam, Jet, etc). Compruébalo tú mismo escuchando su ópera prima (previa descarga desde aquí o aquí).

Enn mayo verá la luz su esperado segundo álbum "Pressure and Time", así que toca esperar; pero desde hace unos meses la banda se ha preocupado en saciar el apetito de sus fans con un EP de seis nuevos temas (ninguno de los cuales formará parte del inminente lanzamiento) que son canela fina. Del EP no he encontrado ningún link de descarga, pero puede escucharse online a través de esta web (atento a "Sacred Tongue" y "Soul", dos piezas por las que muchas bandas matarían).

Aquí te dejo una muestra de lo que saben hacer estos tíos:

Popular 1 #449: segundo bajón consecutivo

Y ya van unos cuantos...

Hacía casi medio año que no escribía acerca de mi Rock'n'Roll Magazine favorito -más por no aburrir que por otra cosa-, pero, a la luz de los últimos números, no puedo seguir en silencio por más tiempo, así que clamaré en alto la misma frase que un colega me envió por SMS cuando salió el ejemplar del mes pasado: "Pero qué mierda de Popu!!!!" (hasta cuatro signos de exclamación le puso el tío).

El número de febrero, con el puto careto de Dylan -no ya sólo en portada, sino ocupando 15 páginas de contenidos-, lo considero el antídoto perfecto de la Viagra: destrempe absoluto garantizado. Lo peor de todo es que el resto del sumario me producía la misma sensación. Muchos secundones (alguno de lujo, eso sí, pero que a mí no me interesan) y poco más. Por no hablar del cada año más patético Pop Polls y sus listas de favoritos... Y es que si con muchos de los redactores mi nivel de conexión es nulo, con los lectores ya ni te cuento... Tienen el gusto totalmente estancado, y, como las aguas, igual de apestosos. ¿Se puede saber dónde está el público que escucha a Armored Saint, Accept, The Sword, Obús, Firebird, Rob Zombie, Death Angel o Avenged Sevenfold? Todos ellos, recordemos, firmantes de grandes discos en 2010, pero que en las dichosas listas no aparecen. Sí lo hacen, en cambio, artistas que en el pasado año no editaron nada; es el caso de Joan Baez, que defiende "The Blue Record" de Baroness, un disco publicado en 2009; o el de Senen Armengol Casas, que cita "Along Came a Spider" de Alice Cooper entre sus favoritos, cuando ese disco es de 2008 (sí, vale, el año pasado se reeditó de forma ampliada, pero eso no debería contar). Más grave todavía es lo que sucede con Riccardo Cabbia, quien hace lo propio con "The Power of Beef" de Pigmy Love Circus, un álbum que se editó originariamente hace ahora ¡7 años! Un poco más de rigor no estaría mal, ¿no?

Y, hablando de redactores, es curioso que las listas más afines a mis gustos sean las de Rubén Vilar y Desi Estévez, dos de los colaboradores que menos volumen de texto ven publicado cada mes (sobretodo el segundo, claro).

No te miento si te digo que de ese número sólo he leído la sección de noticias, el Correo/Apéndice, y el California Über Alles.

Y lo mismo puedo decir del ejemplar de este mes. ¿De verdad era necesario un monográfico de los mejores live albums de la historia? De This is Rock me puedo esperar algo así, pero ¿del Popu? Y no me quejo sólo porque el tema de las listas lo encuentre absurdo, reiterativo y falto de interés, sino porque, además, de muchos de los discos allí reseñados ya se ha dicho en la revista todo lo que había que decirse. Para acabar de joderlo, en el ejemplar de abril se incluirá una segunda parte (!).

El resto de contenidos tampoco es para echar cohetes. El artículo de The Man dedicado a Gary Moore no está mal, aunque tampoco emociona, y las mini-entrevistas a Imperial State Electric y Warrior Soul son del todo impublicables. En definitiva, otro número muy flojo.

Y ¿qué puedo decir de una de las bazas con las que siempre ha contado el Popu: el binomio Correo/Apéndice? Pues que, de un tiempo a esta parte, sufre de agotamiento crónico y se ha convertido en una sección aburrida, predecible y cansina. Algo nada de extrañar, por otra parte; teniendo en cuenta el perfil del lector medio (y a su lista de favoritos del 2010 me remito) resulta obvio que la fórmula está llegando a su fin. No hay mes que no salga a relucir el nombre de The Black Crowes (sobrevalorados y sobreexpuestos a partes iguales), "Los Soprano" (otros que tal), o de algún astro hollywoodense del año de la catapúm. Con todo mi respeto a sus autores, estas misivas deberían ir directamente a la papelera de reciclaje.

Lo gracioso es que el propio Cesar (por cierto, cada vez más "comatoso", en el sentido de que, ahora más que nunca, le ha dado por llenar sus textos de comas "," innecesarias) comienza a mostrar signos de agotamiento ante tanta carta reiterativa. Sólo así se entiende que haga un llamamiento desde su DiaWHEE! para que en las próximas semanas le envien correspondencia con el mundo del Cómic como eje central. Es obvio que incluso él mismo ya se aburre de leer las mismas batallitas.

En cuanto a mí, noto que me estoy distanciando progresivamente de la revista. Aunque, quién sabe, lo mismo es un problema exclusivamente mío. Al fin y al cabo, pese a que el número de diciembre (con Zakk de vikingo en la portada) tenía contenidos a priori interesantes, al final sólo leí una cuarta parte de sus páginas. Supongo que la presencia de algunos libros de temática rockera (el de Slash, el de John Lydon, "Morir a los 27", etc) en mi mesita de noche tiene mucho que ver en este cambio de hábitos de lectura, pero no por ello es menos cierto que, en el Popu, la cosa se viene abajo por momentos.

Imagino que por el hecho de ser optimista por naturaleza y también algo completista (pues no me gusta tener huecos en las colecciones) sigo comprándola, siempre conservando la esperanza de que algún día se recupere el nivel de antaño. De otra forma no lo entiendo, la verdad. En los últimos años otras publicaciones a las que estaba abonado ya no figuran en mi cesta de la compra mensual, así que no sería de extrañar que pronto tenga que jubilar (prematuramente) a mi alter ego Pöpujedi. De la inercia a la apatía hay un paso, amigos.

Sabbat: "Dreamweaver" (1989)

Salvo un par de nuevos descubrimientos musicales (de los que ya hablaré por aquí otro día), esta semana he tirado de nostalgia. No podía ser de otra manera... Entre el artículo dedicado a W.A.S.P. en Metal80, y el de Barón Rojo en la versión blogger de California Über Alles, no me ha quedado más remedio que recuperar, respectivamente, los míticos "Winged Assassins" y "En un Lugar de la Marcha". ¡Benditos ochenta!

Y, por si no fuera suficiente, gracias a que en la mañana del martes me vino de repente a la cabeza el estribillo de "A Clerical Conspiracy", un tema de los británicos Sabbat, también he rescatado del olvido el disco al que pertenece: "Dreamweaver (Reflections of Our Yesterdays)".


Sabbat tuvieron sus 15 minutos de gloria con ese disco en 1989, pero cambios en la formación y un ulterior giro en su sonido (con el que parieron el fallido "Mourning Has Broken" dos años después) dieron al traste con la carrera de la banda. Desde entonces, el único miembro que ha logrado hacerse un nombre en la industria ha sido Andy Sneap, guitarrista y compositor de la banda reconvertido en mezclador y productor de éxito (en su currículum salen a relucir formaciones como Machine Head, Megadeth, Exodus, Accept, Kreator,... La crème de la crème del Metal, vaya).



En cuanto a "Dreamweaver", más que un disco de Thrash Metal -que es como fue catalogado en su momento-, se trata de una cruda, primitiva y sucísima muestra de Metal Pagano, influenciado por pioneros en esas lides como Bathory o Hellhammer. No es un disco fácil, ni mucho menos, pero cortes como el mencionado "A Clerical Conspiracy", "The Best of my Enemies" o "Do Dark Horses Dream of Nightmares?" (cachonda variación del título de la célebre novela de Philip K. Dick) andan sobrados de aciertos musicales. Un disco a reivindicar.

Pre-compra (o como quieras llamarlo): aquí.