domingo, 6 de noviembre de 2016

Accept "Born to be whipped" (aka "Son of a Bitch")


  Hasta hace un par de meses sólo tenía en mi haber un único cd de Accept, "Blood of Nations", el debut de Mark Tornillo con los teutones; así que, una vez completadas las discografías de Testament, Buckcherry o Anthrax, era el momento de adquirir las obras de estudio (los directos nunca fueron una prioridad) de una de mis bandas favoritas de siempre. Empecé con "Balls to the Wall" y "Russian Roulette", seguí con "Metal Heart", y más recientemente recibí en mi domicilio la copia de "Restless & Wild". Todos a muy buen precio, por cierto. Y esta semana, además de "Blind Rage", también he echado mano de la tarjeta de crédito para hacerme con "Breaker", tercer título de la banda, y, en mi opinión, uno de los clásicos del Heavy Metal ochentero más ignorados por la intelligentsia.

  Sin embargo, para mi sorpresa, dicho estatus de disco olvidado no va en consonancia con su cotización en el mercado. Si hasta el momento no había desembolsado más de 7 euros por título (siempre nuevos, nada de segunda mano), con "Breaker" me he ido a los 11'50€. Cuesta creerlo sabiendo que, hace ya un buen puñado de años, adquirí el vinilo por 450 pesetas (menos de 3€) y que la versión cassette la vendían sobretodo en gasolineras (a precio de saldo).

  Al margen de la cuestión monetaria, "Breaker" me parece un disco capital. Y no soy el único que piensa así; de hecho, este viernes Udo Dirkschneider ha editado un doble en directo ("Back to the Roots") centrado en sus primeros años con Accept, y una quinta parte del repertorio incluído es precisamente de "Breaker". Y es que, tras el fiasco de "I'm a Rebel" (del que sólo se salva el tema homónimo -y del que, curiosamente, existe una versión primigenia registrada ¡¡por AC/DC!!-), Wolf Wolffman y Peter Baltes cargaron las pilas al máximo en el proceso de composición y parieron riffs y melodías de alto voltaje. No hay un sólo tema mediocre, pero a mi gusto el tema estrella es "Son of a Bitch", uno de sus himnos más fieros y definitivos. Posteriormente grabarían esa bestialidad llamada "Fast as a Shark", pero "Son of a Bitch" es el epítome de la mala hostia hecha canción, una patada en los güevos cargada de palabras malsonantes (sobretodo para la época). Al respecto recuerdo a un heavy metalero de uno de los institutos por los que deambulé siendo un chaval, quien, un día a la hora del recreo, tras entonar el tema de marras procedió a darnos una lección de inglés macarrónico, pues, en sus palabras, el verso del coro ("... son of a bitch, kiss my ass...") se traducía como "hijo de puta, chúpame los huevos" (el tío capullo no iba desencaminado del todo, pues tan sólo erró por unos centímetros al confundir el ojete con los "eggs").




   "Son of a Bitch", al igual que dos años antes "Con Botas Sucias" de Barón Rojo, estaba dedicada a un sello discográfico, pero los alemanes no tenían la sutileza de Armando de Castro a la hora de escribir, así que sustituyeron acrónimos y metáforas por agresión verbal pura y dura. Pero supongo que un momento dado meditaron sobre la posible repercusión que un tema así podría tener en el mercado anglosajón... y se acojonaron. Deshacerse de semejante canción hubiese sido un error importante, por lo que no quedaba otra que modificar el título y parte de la letra para evitar polémicas, y la convirtieron en "Born to be Whipped" ("Nacido para ser fustigado"). Entre otros, se reemplazó "bullshit" por "big mouth", y "kiss my ass" por un ridículo "kiss my arm", pero pese a los cambios introducidos, no consiguieron normalizar del todo la canción, pues el nuevo texto tenía claras connotaciones sadomasoquistas. No sería la única desviación sexual que les atribuirían a lo largo de su carrera, pues con "Balls to the Wall" las acusaciones de homosexualidad no tardaron en llegar. Unos provocadores natos estos boches...


jueves, 27 de octubre de 2016

Metal is everywhere (10): The Sword & Sin Límites


  Esta sección había que retomarla sí o sí porque las referencias musicales en televisión, cine y cómic molan mucho. Sobretodo cuando son a bandas que gustan por aquí, como The Sword. De momento no tengo en propiedad ningún título de su discografía, pero los hago sonar regularmente en el iPod y demás chismes, por lo que, en cuanto encuentre alguna oferta guapa, serán míos.

  Pese a la tibia acogida que ha tenido su reciente "Low Country" en el foro de Rock más popular de la Red, esta revisitación en clave unplugged de su anterior "High Country" me parece de lo más catchy que he escuchado últimamente. Excelentes melodías acústicas, detalles synth aquí y allá, y atmósferas cósmicas que le van como anillo al dedo a cualquier tebeo setentero de Jack Kirby. No digo más. Sólo espero que lancen una edición doble a precio reducido para hacerme con ella.


 Y, aprovechando las escuchas en modo bucle a las que llevo sometido toda la semana, he recordado un episodio de la serie "Sin Límites" en el que mencionaban a los creadores de álbumes como "Age of Winters", "Gods of the Earth" y "Apocryphon" entre otros. Y es precisamente a este último, "Apocryphon", al que aluden en el episodio 21 de la, por el momento, primera temporada de este spin-off televisivo del film homónimo de Bradley Cooper. Si te preguntas cómo es posible que pierda el tiempo con semejante aborto catódico, decir que es una de las (muuuchas) series que pone mi novia a la hora de cenar, y que un servidor, una vez acabado el postre, abandono a su suerte. Yo sólo tengo ojos para series para snobs (ehem).



jueves, 20 de octubre de 2016

Doble tributo a David Bowie


Vaya por delante que en mi vida Bowie ha tenido una relevancia -en una escala del 0 al 100- más o menos de 3 o 4. No me he interesado demasiado por su obra, pero lo que he escuchado (el triple "The Platinum Collection") no me ha impulsado a salir corriendo a la tienda más cercana para hacerme con su discografía. Hay un puñado de temas suyos que sí me gustan mucho, faltaría más; y de todos ellos "Suffragette City" es mi preferido.

El primero de los tributos que llegó a mis oídos fue la versión que Metal Allegiance han incluído en su reciente "Fallen Heroes", un EP de tres temas que, además de a Bowie, también rinde tributo a Lemmy y a Glenn Frey. Si no los conoces, aclarar que Metal Allegiance es un proyecto que tiene a Alex Skolnick (guitarrista de Testament) y Mike Portnoy (ex-batería de Dream Theater) como miembros fijos, y a diferentes músicos que van rotando según la canción. Su debut del año pasado (con participaciones vocales de Chuck Billy, Phil Anselmo, Doug Pinnick, etc) es de notable. La versión en cuestión cuenta a las voces con otro peso pesado del Thrash Metal: Mark Osegueda de Death Angel. Cojonuda versión.




El segundo tributo viene firmado por Rob Zombie; pero no en forma de disco, sino de película. En la flojísima "31" uno de los personajes, el carismático Doom-Head, espeta un inconfundible "wham, bam, thank you ma'am" antes de cometer una de sus sangrientas tropelías. Ni las arañas de Marte dan más mal rollo...



miércoles, 12 de octubre de 2016

Las perlas de César


Ha pasado más tiempo del que tenía previsto desde el último post, pero ya estoy aquí de nuevo. Llevaba días planeando mi regreso, pensando en cómo coño hacerlo triunfal, y no ha sido hasta hace unas horas que he dado con algo grande. "¿Con qué?", dirás. Pues con el más grande: el maestro Cesar Martín. He aquí alguna de sus perlas.



Adoro a este hombre. Si servidor regentase una empresa no dudaría en ofrecerle un puesto en atención al cliente. Sería una gran pérdida para el Rock'n'Roll, pero, al fin y al cabo, para lo que escribe últimamente en su revista, qué más da, ¿no? Lo que darían de sí esos (hipotéticos) intercambios verbales entre un consumidor cabreado cualquiera y The Man... Eso no tendría precio.


Por cierto, el extracto anterior pertenece al Apéndice del nº 305 (marzo de 1999 -con NIN en portada y recuadro de Marilyn Manson versión Omega-). El Correo/Apéndice de dicho ejemplar es un tanto insulso, pero contiene algún que otro comentario de Cesar francamente divertido -sobretodo desde la perspectiva que da el tiempo-, como que "Fred Durst tiene bastante personalidad" (pobre, no sabía la de mierda que le echaría encima poco después), o la siguiente respuesta a un tal J.P.G.P.:



Lo cierto es que, pese a que este fragmento ha sido motivo de varias conversaciones con allegados y amigos (en efecto, a este nivel de profundidad intelectual me gusta comunicarme), nunca me he tomado la molestia de intentar localizar en Youtube el dichoso programita. Hasta hoy, claro. Dentro video:




¿Aún no has tenido el arrojo de verlo? ¡No te lo puedes perder! Su visionado me ha recordado a la sensación que tuve a los 12 años cuando probé por primera vez los pimientos verdes rellenos de carne que cocinaba mi abuela. "¡Cómo he podido vivir hasta ahora sin catar semejante manjar!" me lamentaba. Pues esto igual. El Escobar sorprendiéndose a sí mismo al pronunciar correctamente "Rurk", la entrada en escena del galán embutido en un guardapolvo noventero, esos hinchas futboleros de público, las Mamá Chicho luciendo palmito, la anormal de Loreto Valverde cacareando sin freno, el Poli (como siempre) pasadísimo de farlopa, esa oferta-que-no-puedes-rechazar que lanza Manolo a Mickey de venirse de romería,... Como bien dice Cesar, esto es inenarrable.

sábado, 9 de enero de 2016

Tim Minchin "Rock'n'Roll Nerd" (2008)


¿Te suena el fulano de arriba? Si eres fan de "Californication" seguro que sí. ¡¡El puto Atticus Fetch!!

Atticus animó la 6ª temporada de la teleserie de Showtime junto a un Marilyn Manson que se interpretaba a sí mismo; y lo cierto es que, gracias a su carisma, el pelirrojo eclipsaba al God of Fuck en cada una de sus apariciones. Pero, ¿quién cojones es el actor que encarna a Atticus Fetch? Pues, a la vista del documental que titula este post, no es ningún cualquiera. Tim Minchin se llama. Es australiano, y además de actuar para la pequeña pantalla, también es músico, compositor, comediante, y futuro director de una peli de animación de Dreamworks. Lo suyo, según él, es un 43% Rock'n'Roll (es decir, sólo seis puntos menos de lo que lo era Lemmy), pero quién se lo va a discutir con un temazo como éste:



Si has llegado hasta aquí, será mejor que sigas y veas el documental (subtitulado al español) que cuenta su historia.






 

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