Mostrando entradas con la etiqueta Ignatius Farray. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ignatius Farray. Mostrar todas las entradas

domingo, 12 de abril de 2015

The morning after


Bien, finalmente el sentido común se impuso y  me decanté por Eldorado. Y bien que hice, creo yo (a menos que en el AK de ayer noche tuviese lugar un bukkake colectivo en el rostro de Katja, claro... De ser así, mi decisión fue 100% equivocada).

Whatever. El concierto estuvo guay; los 90 minutos pasaron como un suspiro y las cervicales no me dieron por el culo -como suelen hacer siempre-. Lástima que la afluencia de público fuese más bien escasa, con un Razztamazz 3 a un tercio de su capacidad (que no es mucha: 220 personas). Nada que ver con el sold-out que registraron el pasado 10 de enero en la Sala Monasterio... Aunque en aquella ocasión, todo hay que decirlo, el show era gratuito. Pese a ese detalle, tirón de orejas a los que allí se congregaron llevados por el todo-gratis, pues tras acabar la actuación parecía -vistas las caras de felicidad del respetable- que la banda había ganado de golpe a más de un centenar de nuevos fans.  Anoche quedó claro que no fue así. Fuck'em!

Y, bueno, no daré más detalles del concierto porque, al fin y al cabo, ¿de qué cojones sirven las crónicas de directos?

...

...

¿para una futura toma de decisiones, dices?

...

...

¿porque molan?

...

...


Cierro el debate con mis conclusiones; las crónicas de directos cumplen, esencialmente, 3 cometidos:

1) dar publicidad (buena o mala) a la banda: como no recibo payola me niego a exprimirme las neuronas redactando una parrafada que, las más de las veces, aburre a las vacas. En cualquier caso, aquél que se deje guiar por mis opiniones... mal lo lleva.

2) dar envidia a quien no asistió: no es mi caso, dado que prefiero reservar mi mala leche a un (posible y/o probable) bukkake con la amiga Katja.

3) marcarse un yo-estuve-allí: fenómeno tan idiota com los selfies masculinos, me abstengo de ir enseñando el jeto.


Dicho esto, tras Eldorado me esperaba otra cita. Como Katja finalmente no se presentó en el lugar acordado (mi insistencia sirvió de poco), pasé al plan B: Ignatius Farray en Rocksound. Sala a reventar, chascarrillos cómplices por parte de sus acólitos, y un par de lecciones de inglés elemental. Dudo que el mejor amigo de Juan Echanove ganase nuevos fieles, pero ofreció lo que se esperaba de él. ¡Olrait!




 

Blog Template by YummyLolly.com - Header Image by Vector Jungle